Otro primero de mayo, otra jornada de luchas y reivindicaciones. 

Nuestro lema de este año pide unidad para pasar a la acción y romper con todo aquello que nos aboca a una vida de miseria y precariedad; a una vida de violencias contra la clase trabajadora en su conjunto, especialmente cruel contra las mujeres y contra las personas migrantes.

En esta unión, tenemos unos objetivos concretos que lograr, un horizonte de lucha que nos marca el camino a seguir para avanzar juntas, unidas. Y no queremos conformarnos con defender lo conseguido por las luchas previas, queremos llegar más allá.

Nos unimos para que Granada sea una ciudad en la que merezca la pena vivir, donde las vecinas no tengan que ser expulsadas de sus barrios vendidos al turismo. Nos unimos por una Granada verde, que cuide sus ríos, sus árboles, su Vega y en la que políticos y empresas no especulen con el suelo que pisamos y que urgentemente clama que lo protejamos. Estamos juntas por una Granada que defienda sus servicios públicos, que desde años están siendo vendidos al mejor postor. Sumamos nuestro grito a las sanitarias y granadinas que llevan meses haciendo huelga para defender la sanidad de todas; lo sumamos a la comunidad educativa que pide menos ratios en las aulas para defender la calidad en la enseñanza de nuestras niñas y niños, a las del personal laboral de todas las administraciones dependientes de la junta, que conviven diariamente con la falta de personal y condiciones de precariedad, a las reivindicaciones, en definitiva, de unos Servicios Sociales Públicos, dignos y de calidad; a las luchas de las trabajadoras de la hostelería, de las camareras de piso y de los trabajadores y trabajadoras del Campo de Granada, que diariamente sufren en sus sectores las diversas caras de la explotación empresarial. Nos unimos por una Granada orgullosa de la diversidad de la clase trabajadora, que encuentra en ella fuerza y motor de cambio frente a quien nos quiere de vuelta a los armarios. Estamos juntas por una Granada feminista, pues es de sobra conocido que los momentos de crisis, nos golpean más duramente a las mujeres. Juntas por una Granada que acoja a quien venga de fuera y por supuesto, una Granada en la que no le falte luz a ningún barrio.

Desde los sindicatos de base CGT, CNT, SAT y USTEA trabajamos para que la clase trabajadora no demos un paso atrás, y así lo demuestran nuestras pequeñas y grandes victorias sindicales.
Queremos defendernos de las violencias que genera la mercantilización de nuestras vidas. Las violencias que generan la falta de vivienda, la degradación de los servicios públicos, el aumento de los precios, la crisis climática, o la violencia en su estado más puro: la que encarna la guerra.

Queremos ser parte de un proceso colectivo que permita a cada individuo desarrollarse de forma libre y plena. Queremos tener nuestro trabajo, nuestro futuro, en nuestras manos, ser las dueñas de nuestras vidas y disfrutarlas alejadas de la lógica mercantil del capitalismo.

Y para eso debemos estar unidas
¡Juntas, pasamos a la acción!
Unidas en la lucha de la clase trabajadora.