Ante la precariedad que nos supone el modelo de turistificación en Granada, la clase trabajadora constituye una sección sindical en el centro de la ciudad. Lugar de paso para las masas de turistas. Todo este trasiego y flujo de viandantes, que consumen nuestra ciudad, no supone un beneficio para los trabajadores, que quedan invisibilizados. Formando parte del decorado de servicios y reseñas virtuales, en un entramado de hosteleros y comercios que se embolsan los beneficios de vendernos al mejor postor.
CNT Granada constituye una sección sindical en Medievo, una cadena de tiendas dedicada a vender especias, tés y productos locales, completamente dirigidos al consumo del turista. Esta cadena cuenta con cuatro establecimientos ubicados en los puntos cardinales que rodean la Catedral de Granada, centro neurálgico de la ciudad. Las trabajadoras, cansadas de vivir los abusos y de la falsa promesa que el turismo siempre nos promete, deciden organizarse en el centro de trabajo para hacer frente a todo esto.
Las reivindicaciones de la plantillas son:
- Que se les paguen unas cantidades adeudadas por festivos y horas extras no remuneradas
- Reconocimiento de pluses salariales correspondientes a las exigencias del puesto
- Calendario laboral semestral como marca el convenio.
Este primer paso, supone un golpe sobre la mesa dentro de la empresa. La sección recalca que quieren ser dueños de sus vidas, es decir, poder controlar los horarios de una forma que les permitan conciliar sus vidas fuera del trabajo. Dejar de ser meros activos empresariales para empezar a luchar como clase trabajadora consciente de su explotación.
El sindicato está a la espera de una respuesta, por parte de la empresa, para una reunión.