Este 25N, Día internacional por la eliminación de la violencia contra las mujeres, varias trabajadoras afiliadas a CNT Granada nos hemos juntado para alzar nuestra voz, compartir y visibilizar las múltiples formas que tiene el sistema socioeconómico de hacernos frágiles y vulnerables y minar nuestra salud mental, haciéndonos sufrir violencias en nuestro día a día como trabajadoras, como cuidadoras, como madres, como mujeres.
Las violencias patriarcales son como un iceberg, donde las violencias más explícitas son la punta visible, que es diminuta en comparación con todo lo que se esconde en el fondo de la oscuridad del océano. Nosotras queremos alumbrar ese océano en el que estamos sumergidas, que nos arrastra por corrientes de inercias y dinámicas, a veces suaves, y otras tantas muy arrolladoras, y que es donde surge toda desigualdad social, política, laboral y económica. Esto es necesario porque, de hecho, la dependencia económica es un factor determinante para encontrarnos en una situación de vulnerabilidad si nuestra pareja es un agresor. Cuanto más pobres, más difícil es escapar de la violencia machista. No olvidemos que la precariedad es más acechante en las mujeres y esas violencias diarias y silenciadas en nuestros puestos de trabajo, las dinámicas laborales a las que nos sometemos junto a la responsabilidad de cuidados, la crianza y las tareas domésticas, son cargas que nos estresan, nos angustian, nos producen sufrimiento psíquico, nos quitan el sueño, e incluso, las ganas de vivir.
Evidenciamos que la salud mental es una cuestión de clase y de género, no es casualidad que las mayores consumidoras de psicofármacos seamos las mujeres. Esta es la única solución que nos plantea el sistema sanitario público. Es la forma más rápida de acallar nuestros malestares, de mantenernos sumisas, productivas y reproductivas. Y así los empresarios y entidades que nos explotan y los hombres que nos violentan pueden seguir haciéndolo sin responsabilidades, en alianza con las farmacéuticas se enriquecen también a nuestra costa.
Muchas trabajadoras hemos llegado a CNT Granada cuando ya estábamos en situaciones anímicas muy complicadas por culpa de todas las violencias y discriminaciones acumuladas que aguantamos en nuestros curros, porque teníamos miedo de exigir una mejora de nuestras condiciones. Para colmo, arrastramos el descontento con la inacción de los supuestos sindicatos mayoritarios, que incluso firman nuestros propios despidos. El sindicalismo combativo se presenta como una herramienta imprescindible para ampliar nuestros derechos, para implantar protocolos antiacoso, para exigir condiciones de conciliación dignas, para dejar de ser maltratadas con contratos precarios e inestabilidad laboral.
Necesitamos una herramienta sindical que podamos construir entre todas en igualdad y que mejore nuestras condiciones de vida, sin excusas, sin intermediarios, sin miedo a dar la cara por todas, que nos defienda de verdad. Cuando nos organizamos y ponemos en común los problemas que nos atraviesan, es ahí cuando nos damos cuenta que no somos unas histéricas, ni unas exageradas, ni unas locas, sino que nos están aplastando y haciéndonos creer que eso es lo normal y lo que merecemos. Nos damos cuenta de que el miedo no nos salva y que no estamos solas.
Nosotras lo tenemos claro: ante un sistema patriarcal y capitalista que nos violenta, ante nuestros problemas colectivos, la solución y la lucha debe ser colectiva y el apoyo debe ser mutuo.
Podéis ver el conversatorio completo en nuestro canal de YouTube.
Este 25N a las 18:00h será la salida de la manifestación unitaria desde Triunfo. Únete con nosotras al cortejo del Frente Feminista Sindical a las 17:30 en Educación.
El 29N a las 18:30h será la presentación del libro «La enfermedad silenciosa» en nuestro local C/Moral de la magdalena 35. Reflexionaremos con la autora, Elena Zurita, sobre trastornos de salud mental y género.
EL MIEDO NO NOS SALVA.
JUNTAS, NOS CUIDAMOS.
JUNTAS, NOS DEFENDEMOS.