Tras horas de trabajo y coordinación de compañeras de CNT Granada, ¡llegó el día de visitar nuestro archivo histórico en la Fundación Anselmo Lorenzo! Comenzamos el viaje con un gran madrugón, ya que el tiempo y la distancia lo requería, para así poder aprovechar al máximo la visita mañanera que nos esperaba. En el autobús, se palpaba el entusiasmo de la gente por descubrir el tesoro histórico que aquí se encargan de proteger y divulgar nuestras compañeras de la Fundación. Tampoco podemos negar alguna que otra “cabezailla” en las más de 4 horas de camino que tuvimos hasta el destino. Pero al fin, llegamos.
Con plena luz de la mañana y un día soleado, bajábamos del autobús y allí estaban esperándonos nuestras compañeras de la Fundación, junto con un grupo de compañeras de CNT Comarcal Sur, ya que habíamos concretado visitar en conjunto el archivo con el fin de generar acercamiento y momentos de sociabilización con nuestras compañeras que venían desde Madrid (gracias por recibirnos y cuidarnos entre todas).
Tras los pertinentes abrazos y saludos, comenzamos la visita de las instalaciones. El archivero de la FAL, nos mostró las infraestructuras y las medidas de seguridad propias de estas, ya que un material tan concreto y delicado, lo requiere para poder conservarse en el tiempo y seguir divulgando lo sucedido a lo largo de los años, para que no cambien nuestra historia, para que seamos dueños y partícipes de la misma.
Al entrar, con sumo cuidado, empezó a mostrar los diferentes ejemplares de cartelería que albergaban las colecciones que aquí se custodian. Épocas tan importantes en la historia de la CNT, como los períodos fundacionales, la Segunda República, la Guerra Civil y Revolución Social durante esta… Las caras de fascinación al ver esa cartelería prácticamente intacta, con diseños espectaculares y de una grandísima calidad para aquellos momentos, nos dejaban asombradas en todo momento. Se podían percibir detalles de la historia en los mismos que, durante un momento, te llevaban a aquel concreto local de un sindicato de la CNT, donde un grupo de militares del bando nacional entraban y robaban todo el material que nuestras compañeras elaboraban con mucho trabajo. Quedaban las marcas de los sellos que acuñaban para después, utilizarlos como información en nuestra contra, en contra de las trabajadoras que se organizaban en la CNT y se levantaban contra el capital y el fascismo imperante del momento.
Era tal la conciencia de clase y colectiva de aquellos momentos, que podíamos ver las marcas de registro de la fábrica colectivizada y gestionada por sus propias trabajadoras, señalando orgullosas el resultado del trabajo colectivo y organizado para generar esos carteles de calidad. Así, mostraban una vez más, que, sin nosotras, las trabajadoras, no funciona ninguna empresa, que la riqueza la generamos nosotras con el sudor de nuestra frente y la fuerza de nuestro trabajo. No necesitábamos (y así se demostró) a ningún empresario para que “generase trabajo”, necesitábamos en aquel entonces al igual que hoy, los medios de producción, los cuales nos pertenecen por ser nosotras quienes los creamos, financiamos con nuestro trabajo y, por último, los utilizamos.
Fueron momentos emotivos al conocer y ver la historia de lo que fuimos y el fundamento de lo que tenemos que ser: trabajadoras organizadas que se levantan para mejorar su vida, que reconocen la clase a la que pertenecen y que no cesan en la lucha contra el capitalismo que nos sacude cada día con injusticias, miseria y guerras.
Además de esta colección, también pudimos conocer épocas posteriores a través de la propaganda con la cartelería de aquel entonces. Ejemplo de estas, fueron las luchas de milicianas españolas de la CNT que tuvieron que migrar a Francia tras el fin de la Guerra Civil y fue allí, donde siguieron combatiendo al fascismo en la resistencia francesa contra la invasión nazi. Demostraban que la solidaridad y la lucha de clases, no entiende de fronteras, es internacional, al igual que nuestros ideales. Se recuerda la entrada victoriosa de la novena compañía en París, “La nueve”, constituida por anarquistas españoles (militantes de la CNT mayoritariamente), socialistas, del POUM…
Y así, tras el paso de los años, seguimos avanzando en la historia, en las asambleas clandestinas dentro del estado español y fuera del mismo. Pasando por el mayo del ’68 en Francia o la llegada de la “democracia” en España tras la muerte de aquel general asesino, Francisco Franco, que tan en auge está hoy en día por numerosos “nostálgicos” (fascistas/franquistas se les suele llamar más acertadamente).
Eran tiempos de cambio y de conflictos internacionales, como el conflicto del Sáhara Occidental que aún llega hasta nuestros días. Eran momentos de grandes cambios y de retornar a la tierra que vio nacer a muchas trabajadoras que tuvieron que dejarlo todo atrás para no dejar su vida por culpa de la dictadura franquista que aquí se vivió.
No eran solamente imágenes impresas en forma de carteles lo que pudimos observar, existen numerosas revistas y periódicos como órganos de agitación y propaganda de las trabajadoras de la época de la guerra civil. Revistas exclusivas gestionadas por sindicatos, por ateneos… Seamos conscientes de hasta dónde pudieron llegar y dónde podemos llegar nosotras, con la organización y el sindicalismo. ¡Un periódico de tirada semanal de las trabajadoras de una empresa expropiada y gestionada por sus trabajadoras! El trabajo de la CNT durante tanto tiempo se veía reflejado en el poder y el conocimiento que las trabajadoras adquirieron durante todos esos años. Estos documentos, recogían desde las posturas de la organización, debates ideológicos, las problemáticas de las reformas del campo durante la segunda república… Un sinfín de análisis de la actualidad del momento y las herramientas para mejorar sus condiciones de vida a través de la organización, solidaridad y apoyo mutuo de la clase trabajadora.
También se disponía de objetos personales, sellos antiguos de la CNT, carnés de históricos militantes anarcosindicalistas, las cartas entre García Oliver y Federica Montseny en el gobierno durante la Guerra Civil, periódicos que hablan del grupo “los solidarios” …
En general, lo que pudimos contemplar, es la importancia de la memoria colectiva e histórica de nuestro sindicato, la CNT y, por tanto, de la clase trabajadora que decidió luchar y dar ejemplo contra el empresario que les explotaba, contra el señorito que les pagaba con miseria… Contra el fascismo y el capitalismo que, a día de hoy, siguen presentes y en auge en nuestra sociedad.
El mensaje es claro: organizadas fuimos, somos y seremos más fuertes que ellos, porque somos más, porque sabemos gestionar mejor nuestro día a día, porque no podemos seguir viviendo en un sistema tan injusto y desigual… Porque somos la clase trabajadora la que tenemos que dar un paso al frente y luchar unidas y con una misma meta final a alcanzar que ya demostraron nuestras compañeras en el pasado: la gestión de nuestras vidas y nuestro trabajo por nosotras mismas con el sindicato como herramienta, la redistribución de la riqueza, la solidaridad de clase… el comunismo libertario.
Agradecemos el trabajo y la dedicación de todas las militantes que hacen que esto sea posible. A la Fundación Anselmo Lorenzo por su trabajo y labor divulgativa. A CNT Comarcal Sur, por su agradable visita y estrechar lazos. A las compañeras de CNT Granada, porque sigamos estando en pie, en primera línea, luchando hombro con hombro y unidas como clase trabajadora que somos.